Tomado de: Rey, W., Barriola, N., y Mendizabal, M. Tu Patrimonio. Montevideo: Editorial bDP, 2011. p. 180.
Cuenta el arquitecto Bayardo que un funcionario asignado a la limpieza del cementerio se acercó y le dijo, en referencia a su obra: “es una verdadera lástima que no le hayan dado rubro para poder revocarla”. Un comentario inocente que es todo un indicio, un síntoma, un claro atisbo. Un juicio que aún en su candidez –o gracias a ella– resulta significativo: confirma la ausencia de complicidad cultural, el escaso arraigo de la arquitectura moderna. Porque esa “impúdica desnudez” –la expresión es del arquitecto– que se vive como privación o carencia es, justamente, el recurso esencial que da cuerpo a esta pieza.
La intención es crear una forma digna y austera, resignar el bronce y el mármol, conjurar una tradición que asocia el programa funerario al adorno excesivo. Superar convenciones, atavismos, herencias. Idear una imagen veraz, potente, resuelta. Construir una obra que sea pura estructura. Así se lo propone el autor, en oposición a “los almibaramientos usuales en la materia”.
Esto da origen a la caja gris; serena, potente, rotunda: un prisma severo que flota en el verde continuo. Un volumen que corta el paisaje como un filo agudo, preciso, incisivo. El plano es adusto, tenaz, masculino. Aristas vivas, ángulos rectos, muros pulidos. Nada de vueltas ni aditivos. Hormigón pleno, envolvente, masivo. Hormigón sin vestidos, librado a su propio efecto expresivo.
Pero la caja se ahueca, se abre, se anida: en su dureza oculta un espacio blando, dócil, fluido. Un patio abierto, un mundo cautivo. El verde se cuela en ese núcleo escondido. Y algo especial sucede entre los muros: la introversión de la caja indica que “lo que importa está adentro”, como escribe el profesor Artucio. La luz juega a ser sol y sombra, se hace textura, cielo y penumbra. La rampa conduce al plano superior, recostada en el enorme muro esculpido: una proeza del artista Edwin Studer que modera el espacio y se integra con acierto al conjunto. Así, arquitectura y escultura definen una misma unidad expresiva. Y en la base está la pericia del calculista –José Pedro Tizze–, cuyo aporte Bayardo destaca en forma explícita.
Todo esto permite cumplir con un programa infeliz –depósito de dieciocho mil urnas– de modo sensible y creativo. Configura una obra maestra que destila coraje y talento es su ilusorio mutismo. Una pieza que conmueve de cerca y de lejos, apenas se inicia el sendero que en ella culmina.
Tomado de: IHA, SMA, Facultad de Arquitectura. Relevamiento y comentario sobre los bienes de interés municipal de Montevideo. Montevideo: inédito, 1997.
El Urnario Municipal del Cementerio del Norte es un prisma aislado en hormigón visto de fuerte impacto visual, que se apoya en el verde a través de pilotis trapezoidales.
Se expresa en una geometría pura y ortogonal como un volumen de exterior severo y cerrado de gran introversión, prevaleciendo al espacio interior en donde el patio central de planta cuadrada domina la composición conjugando escultura y arquitectura con gran sensibilidad.
Atravesando el acceso porticado se llega al interior, donde una “promenade architecturale” estructura los recorridos a través de una rampa a cielo abierto que se completa con escaleras que penetran en la intimidad de los urnarios. Allí se suceden los distintos espacios, y se puede percibir siempre el patio a través de un ordenamiento de huecos y vanos que responde a la vinculación con el espacio interior-exterior, y a la voluntad de quebrar la monotonía propia del programa.
La obra es el resultado de un trabajo armonioso y conjunto entre arquitecto, calculista y escultor. Diseñada y realizada en hormigón como material predominante, se explota al máximo sus posibilidades estructurales y el aporte expresivo que le imprime su fuerte textura enriquecida por el incidencia de la luz.
Los murales geométricos y decorativos de Studer se integran enteramente a la concepción espacial del patio central y a la imagen del conjunto arquitectónico.
Bayardo retoma de la historia el tipo patio confiriéndole una imagen brutalista y reinterpretando algunos elementos de la poética corbusierana: los “pilotis” que relacionan y dan continuidad al paisaje circundante con el patio, la “promenade architecturale”, y el “beton brut” que se aúnan en una composición espacial de gran fuerza y notable equilibrio planteando una atmósfera intemporal de gran recogimiento.
Sumado a estos valores, como lo ha señalado constantemente la crítica nacional, esta obra produce una ruptura con la idea de edificio funerario de mármol potenciando el uso del hormigón como material que integra a la arquitectura con el sistema estructural y las artes plásticas.
Tomado de: PATIO, 14 de Mayo de 2014. Disponible en: http://www.fadu.edu.uy/noticias/urnario-del-cementerio-del-norte-monumento-historico/
(…) El Urnario del Cementerio del Norte de Montevideo (Urnario 3) se formaliza como un prisma de dominante presencia en un espacio enjardinado de generosas dimensiones que lo magnifica con sobriedad. Sus dimensiones y conformación permiten contener de modo respetuoso y digno hasta 18.000 urnas funerarias. La altura que sobrepasa los 10m y una base cuadrada 36m de lado conforman un volumen arquitectónico de lectura instantánea y de presencia solemne, comunicando directamente el mensaje de su función. Íntegramente construido en hormigón visto, fue proyectado por el arquitecto Nelson Bayardo en el año 1959 en su carácter de técnico municipal habiendo colaborado José Tizze, también funcionario de la Intendencia, como asesor en estructura, y el escultor Edwin Studer en el diseño del mural.
Lo notable de la obra, que la hace acreedora de una inestimable valoración histórica, surge de los postulados con que fue concebida y concretada. Es muestra y mensaje atemporal de un modo de pensar y obrar enraizado en las más hondas vertientes culturales del Uruguay del la segunda mitad del siglo XX.
La calidad arquitectónica y la significación social, cultural e histórica en su más profunda significación, por su destino de trascendencia humana, le otorgan al Urnario del Cementerio del Norte de Montevideo un valor excepcional que amerita se declare Monumento Histórico a la propia obra, al recinto enjardinado que conforma un círculo de 65m de radio que la contiene y las especies arbóreas existentes.
Recientemente la obra fue seleccionada para integrar la exposición “Latin America in Construction: Architecture 1955-1980” que se realizará en el año 2015 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA). El equipo de especialistas encargado de la selección estuvo liderado por Barry Bergdoll, curador principal de Arquitectura y Diseño del MOMA.
MHN Extracto Res. N° 254/014
(…) VISTO: la gestión realizada por la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación tendiente al reconocimiento de la obra conocida como "Urnario N° 3 del Cementerio del Norte de Montevideo" como Monumento Histórico Nacional;
RESULTANDO: Que la obra funeraria se formaliza como un prisma de dominante presencia en un espacio ajardinado que lo magnifica con sobriedad. Sus dimensiones y conformación permiten contener de modo respetuoso y digno hasta 18.000 urnas funerarias. La altura, que sobrepasa los 10 m y una base cuadrada 36 m de lado conforman un volumen arquitectónico de lectura instantánea y de presencia solemne, comunicando directamente el mensaje de su función. La obra fue proyectada por el arquitecto Nelson Bayardo en el año 1959 en su carácter de funcionario de la entonces Intendencia Municipal de Montevideo, con la colaboración de José Tizze, también funcionario municipal, como asesor en estructura y el escultor Edwin Studer en el diseño del mural. El Urnario fue construido íntegramente en hormigón armado "a la vista";
CONSIDERANDO I) Que esta notable obra es muestra y mensaje atemporal de un modo de pensar y obrar enraizado en el contexto cultural del Uruguay de la segunda mitad del siglo XX Compartiendo ideales universales de cambios sociales y económicos, el Urnario es una demostración de rigurosa adecuación a la economía de medios expresivos y económicos como modelo de actuación social. En esta obra de Bayardo-Tizze-Studer se aúnan universalismo e impronta local y personal. En el Urnario se expresa la influencia de la obra de Le Corbusier. La concreción formal en hormigón estructural permitiría inscribirla en la corriente denominada "brutalismo". La visión universalista que inspiraba la obra arquitectónica y docente de Bayardo se complementaba con una fuerte relación con las vanguardias regionales; por ejemplo, con artistas del Taller Torres García y arquitectos como Vilanova Artigas, Alfonso Reidy y Lina Bo Bardi entre otros realizadores brasileños.
CONSIDERANDO II) Que la textura que proporciona el hormigón y el fibrocemento, únicos materiales utilizados en su construcción, se enriquece por el juego de luces y sombras producido por la incidencia de la luz natural. Al patio central que se halla un nivel más bajo que el del exterior, se llega traspasando un profundo espacio porticado que contrasta con el luminoso patio a cielo abierto. En éste existe el único elemento que rompe la ortogonalidad del conjunto: una rampa escalonada sobre uno de los lados. En la pantalla de hormigón que acompaña el movimiento ascendente de la rampa se encuentra un inmenso mural constructivo realizado por el escultor Edwin Studer, inseparable del espacio e inseparable de la estructura. El "recorrido" proyectado es capital para la percepción y vivencia de la espacialidad generada, acompañando al visitante desde el prado exterior mediante un sendero de losetones y césped, quien luego de "atravesar un espacio porticado, que busca aplastar al observador por el juego de sus dimensiones" -en palabras del autor-, accede al patio. Desde la rampa se llega a una galería abierta y profunda de doble altura donde se encuentra el Urnario propiamente dicho. La pureza y características de este imponente recinto (cerrado exteriormente pero abierto en su sereno y silencioso interior) alcanza en la simplicidad de sus proporciones la belleza y solemnidad de la forma abstracta, expresión de un orden propio y de un esencialismo geométrico que resulta de una resolución casi matemática de la forma, distanciado de lo orgánico para alcanzar su creación desde la perfección del orden geométrico-matemático del universo.
CONSIDERANDO III) Que la calidad arquitectónica y la significación social, cultural e histórica de este Urnario ha sido reconocida también fuera de fronteras.;
(…) EL MINISTRO DE EDUCACIÓN Y CULTURA (…) RESUELVE: DECLARASE Monumento Histórico Nacional la obra conocida como "Urnario N° 3 del Cementerio del Norte de Montevideo" y el recinto circular ajardinado que la contiene, cuya dimensión es de 65 m de radio.
(…)
Ver además:
IHA. Modernos. Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2015. Disponible en https://issuu.com/iha.fadu/docs/modernos-set-2015
IMM, Facultad de Arquitectura. Guía Arquitectónica y Urbanística de Montevideo. Montevideo: Intendencia Municipal de Montevideo. Facultad de Arquitectura, Universidad de la República. Junta de Andalucía, 2008.
Artucio, L. Montevideo y la arquitectura moderna. Nº 14. Montevideo: Nuestra Tierra, 1971.