Tomado de: AAVV. Walter Pintos Risso arquitecto. Monografías Elarqa Nº 7. Montevideo: Dos Puntos, 2001. p. 36-38.
El programa se desarrolla en tres niveles -subsuelo y dos plantas- con una composición volumétrica en la que se reconocen dos cuerpos articulados por la caja de escalera, rótula vidriada que adquiere singularidad en el ordenamiento de la fachada. Esta disposición volumétrica corresponde a las variables funcionales que afectan al espacio interno, que se distribuye claramente conformando un área de relación -resuelta con criterio miesiano-, un área de servicio -dispuesta sobre la medianera- y un sector privado que conforma una L junto a la primera. El primer nivel repite sólo parcialmente el desarrollo de la planta baja, generando un nuevo efecto articulador que otorga interés expresivo al conjunto. El resultado puede entenderse, entonces, como un acertado juego espacial en el que interior y exterior se vinculan franca y permanentemente, generando calificadas zonas intermedias caracterizadas por el efecto expresivo de los aleros calados. Una propuesta que, concebida en función del protagonismo proyectual otorgado al manejo del espacio, conjuga las mejores tradiciones de la experiencia moderna: riqueza espacial, claridad funcional y franqueza expresiva.
Ver además:
Artucio, L. Montevideo y la arquitectura moderna. Nº 14. Montevideo: Nuestra Tierra, 1971.
IHA. Modernos. Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2015. Disponible en https://issuu.com/iha.fadu/docs/modernos-set-2015
Rey, W. Arquitectura moderna en Montevideo (1920-1960). Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2012.