Se puede definir como una gran cubierta verde inclinada «restituida» aprovechando el «compost» producido. El edificio queda envuelto en policarbonato reciclado unificando los distintos programas e incorporando un área museográfica con un recorrido para visitantes destinado a la sensibilización medioambiental de los ciudadanos.
Se completa por dos construcciones complementarias construidas con sistemas análogos a los del primer edificio. La instalación tiene una vida útil de 25 años, tras ese período podrá utilizarse como equipamiento del parque, o desmantelarse reciclando sus componentes.
Un circuito pedagógico hace visible a los ojos de los ciudadanos una actividad siempre invisible y apenas conocida pero esencial para la supervivencia de la ciudad.