Un buen ejemplo de las mentalidades venecianas del 500, de las inseguridades, de los sucesivos cambios de rumbo y de la incorporación de elementos aislados de la cultura romana. La fachada principal puede servir de ejemplo: el tramo inferior es obra de Pietro Bon que incorpora unas bíforas idénticas a las del Codussi en la escuela de San Giovanni, es decir que se trata de la imitación de las novedades lingüísticas estrenadas en las escuelas rivales, pero a la vez amplificada.
La intervención de Lo Scarpagnino, en cambio, reinterpreta las mismas ventanas pero ahora en versión erudita; y Lo Scarpagnino superpone, además, un orden de ocho columnas gigantes en la fachada principal como referencia al arco de triunfo, que no es otra cosa que la alusión directa a la victoria sobre la peste del 27, de la que la escuela de San Rocco se reivindica protagonista. Hasta aquí referencias cultas aplicadas a situaciones mundanas; pero más abajo, en la fachada, va el cuerno de la fortuna, las vides, y un conjunto de elementos iconográficos populares, fácilmente legibles y superpuestos sin ningún prejuicio.
En 1564 los miembros de la Scuola encargaron a Tintoretto la decoración de las paredes y techos. Pintó primeramente las que se encuentran en la Sala dell'Albergo. Posteriores son las del salón inferior.