Tomado de: Rey, William; N. Barriola, N.; y M. Mendizabal, M. Tu Patrimonio. Montevideo: Editorial bDP, 2011, 295.
Aproximadamente a veinte quilómetros de la ciudad de Minas, capital de departamento de Lavalleja, se ubica el Parque Salto del Penitente, en un entorno muy propio de la zona de sierras del sudeste de nuestro país. Allí la naturaleza se expresa con fuerza a través de marcados rasgos, caracterizados por una topografía variada, por la piedra y la vegetación del monte indígena, y sobre todo, por la presencia del arroyo Penitente. Inmerso en este singular paisaje el curso del arroyo presente un salto de más de sesenta metros, dando así su nombre al paraje, y ofreciendo una de las mayores atracciones del lugar; la cascada origina una serie de lagunas a sus pies, en las que es posible bañarse, brindando una opción de recreación a la que se suman la posibilidad de practicar escalada, rappel, tirolesa, trekking, cabalgatas y también acampar.
Con la intención de favorecer la contemplación y el disfrute de toda esta zona, en el año 2003 se convocó a un concurso para la realización de un parador con oferta gastronómica de calidad y servicios para camping cuyas obras fueron concretadas rápidamente e inauguradas en abril de 2004.
El concurso fue ganado por los arquitectos Gualano, quienes concibieron un proyecto en dos sectores: uno que se constituye en parador/mirador, y el otro como una batería de servicios dispuesta en una plataforma más elevada.
Ubicado en una altura con espectacular vista panorámica, con una volumetría simple y contundente, el parador se inserta muy discretamente en el paisaje gracias a su materialización en hormigón visto -de coloración similar a los afloramientos de piedra gris-, y por su manera de posarse en el lugar. Desde arriba pasa casi inadvertido por desarrollar una gran terraza a la que se accede a nivel, sobre lo que se constituye en el techo del parador que se encuentra debajo. Estando en la terraza es posible admirar el Salto del Penitente y todo el paisaje del entorno sin limitaciones; desde el interior del parador, que parece volar sobre las rocas, sostenido en el aire, la apreciación de la naturaleza pasa ahora a estar sutilmente dirigida, enmarcada por la arquitectura.
Desde las zonas más bajas se lo aprecia como forma pura, que parece colgar de la pared rocosa, resuelta con materiales nobles y rústicos, donde predominan como expresión el hormigón gris, los grandes paños vidriados y las aberturas en madera. En este singular paisaje, la conjunción de la obra natural y la del hombre parece haberse logrado gracias a un proyecto que no reniega de su presencia como intervención, y tampoco se impone como agresión a las características del sitio.
Paisaje y obra arquitectónica mantienen su contundencia y se potencian mutuamente, en un loable y respetuoso gesto.
Primero Premio Concurso Nacional de Arquitectura.
Premio Concurso Obra Realizada, SAU 100 años, 2014.
Obra Finalista por Uruguay en V BIAU 2008, Montevideo, Uruguay.
Nota Nómada: obra difundida en diversas publicaciones internacionales.
Ver además:
"Mirador Salto del Penitente" ([citado el 8 de junio de 2017] 100 años de Concursos de Arquitectura en Uruguay) disponible en: http://concursos.fadu.edu.uy/index.php/concursos/mirador-salto-del-penitente/
"Pabellón Salto del Penitente" ([citado el 8 de junio de 2017] gualano+gualano: arquitectos) disponible en: http://www.gualano.com.uy/obras/pabellon-salto-del-penitente/