Tomado de: http://www.mapi.uy/edificio.html el 25 de agosto de 2017.
El edificio fue construido a fines del siglo XIX -entre 1883 y 1888- por el Dr. Emilio Reus, concebido originalmente para convertirse en establecimiento médico hidro-termo terápico. Sin llegar a inaugurarse como tal, alojó años después al Ministerio de Fomento y luego el Ministerio de Defensa Nacional hasta el año 1985.
Fue Declarado Monumento Histórico Nacional en el año 1986 por su valor patrimonial y urbanístico y por ser testimonio de la arquitectura ecléctico-historicista –con fuerte influencia italiana– y de la tecnología constructiva propia de su época.
Luego de permanecer cerrado durante durante casi dos décadas, comenzó a ser restaurado a principios de los años 2000 con el apoyo del gobierno de Islas Canarias, que más tarde se retiraría del proyecto, dando paso a la creación del MAPI.
En el año 2011 se creó la Escuela-Taller de Restauración del MAPI, que se ha encargado de la puesta en valor del edificio, con la participación de beneficiarios del Programa Uruguay Trabaja del Ministerio de Desarrollo Social y de otros programas sociales promovidos por la Intendencia de Montevideo y el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, recuperándose, hasta la fecha, más de 2500 metros cuadrados.
Tomado de: Cesio, Laura. Informe histórico crítico. Valoración patrimonial. Montevideo: 2003. (resumen)
El edificio se inscribe en la modalidad del eclecticismo historicista predominante en el momento de su ejecución, en una vertiente de raíz clásica con fuerte influencia italiana. La estructuración general de la fachada se emparenta con la del palacio renacentista que se caracteriza por una división tripartita poderosa y simétrica, coronada por una importante cornisa que oficia de remate a la manera de los palacios florentinos.
A este esquema tripartito se le superpone en el cuerpo del edificio -niveles primero y segundo- un ritmo de pilastras corintias de tipo colosal que generan particiones verticales que equilibran la predominancia horizontal -recurso utilizado por Alberti en el Palacio Rucellai-. A la vez se señalan el eje de simetría correspondiente al acceso principal y aquellos correspondientes a los accesos laterales, con el adelantamiento del plano de fachada en todos los niveles.
La planta baja, totalmente almohadillada –también de clara inspiración renacentista-, presenta vanos con arcos de medio punto. Sobre la puerta principal se adelanta el balcón central del primer piso sostenido por dos importantes ménsulas, remarcando el acceso y el eje de simetría general de la composición. En los pisos superiores los vanos son adintelados y la incorporación de las pilastras colosales muestra un referente manierista en la obra.
La fachada es rica en detalles y ornamentación de diverso origen, los que se evidencian en balcones (balaustres y herrerías), guardapolvos, frontones rectos y curvos, y decoraciones aplicadas. El interior presenta valores destacables, fundamentalmente en el patio central con claraboya, la majestuosa escalinata y la gran sala de actos.
La estructura tipológica del sector frontal se corresponde también con la del palacio renacentista florentino caracterizado por un volumen cuadrangular cerrado en torno a un patio circundado por 2 o 3 filas superpuestas de arcadas.
Este motivo se reconoce en el Edificio, tornándose el patio central que incluye la escalinata coronado por una gran claraboya en el estructurador del este sector, y las divisiones de las habitaciones pasan a un segundo plano en virtud además de la versatilidad que aporta el sistema constructivo.
Si bien esta obra maneja un lenguaje de corte ecléctico historicista indudable -como la mayoría de las obras de Parcus y Siegerist en Montevideo-, es insoslayable la mención al toque “modernista” que le aporta tanto el uso de una estructura de hierro sustentante aparente en todo el edificio; como la galería terraza -vidriada en su origensostenida por una viga-pórtico reticulada también metálica. La fachada posterior, casi sin decoración, denota así una intención más cercana al anti-academicismo anticipando de alguna manera líneas arquitectonicas posteriores vinculadas al Art Nouveau y al Racionalismo, así como algunas obras del propio Siegerist en Buenos Aires.
Monumento Histórico Nacional. Resolución 293/986.
Ver además:
Barriola, Rey & Mendizabal. Tu Patrimonio. Montevideo: BMR, BROU, 2011.
Giuria, J. La arquitectura en el Uruguay, Tomo I. Montevideo: Imprenta Universal, 1955.
IMM. Guía Arquitectónica y Urbanística de Montevideo. Montevideo: Intendencia Municipal de Montevideo. Facultad de Arquitectura, Universidad de la República. Junta de Andalucía, 2008.