Tomado de: Méndez, Mary. Divinas Piedras Arquitectura y catolicismo en Uruguay, 1950-1965. Montevideo: Universidad de la República, 2016. [Resumen de la autora].
Pocas veces nos hemos preguntado acerca del contexto en que se produjo esta iglesia proyectada por un creyente, el edificio construido en Uruguay de mayor difusión internacional. La parroquia de Cristo Obrero ha sido divulgada como la obra maestra de un individuo genial, una invención en solitario, estudiada a partir de las innovadoras condiciones estructurales y estéticas y explicada como la mejor representante del regionalismo o de la modernidad apropiada. Quizá con el objetivo de destacar su singularidad se evitó la ubicación de esta obra en el marco cultural que le dio origen y es por ello que resulta, aún hoy, un caso culturalmente poco legible.
Sin embargo la iglesia no se produjo de forma aislada sino que fue parte de una acción múltiple, el resultado de los intercambios que sostuvieron ingenieros y arquitectos, expertos maestros constructores, miembros de comunidades religiosas, artistas y poetas. Como Dieste afirmaba, fue un espacio de experimentación, ocasión de aprendizaje, escuela de arquitectura e incluso, aplicación del pensamiento humanista de Jacques Maritain.
La financiación corrió por cuenta de Alberto Giudice y Adela Urioste, uno de los matrimonios católicos más activos del país. En la década del 50 ambos integraban la comisión que desarrollaba sus actividades pastorales en una pequeña capilla del pueblo obrero, entonces habitado por unos 1.500 trabajadores.
Él murió en 1973, ella en 1975, y en el verano de 2012 fueron depositados en el nicho previsto para ese fin. El sitio está señalado por una placa de mármol con la inscripción “Los restos de los esposos Alberto F. Giudice y Adela Urioste de Giudice descansan en este templo que ellos construyeron para Dios. Una oración para sus almas”.
El edificio se ubicó en el predio según el eje norte-sur y fue pensando como una amplia nave de 16 metros de ancho y 33 de largo. La planta se organizó en tres zonas. La primera, al norte, es producto del repliegue de los muros de la fachada y contiene dos espacios de diferentes dimensiones. El mayor, hacia el este, aloja los confesionarios realizados en ladrillo y, en el lado opuesto, una capilla dedicada a la devoción hispánica de la cruz. Encima de la entrada y apoyado sobre los muros se colocó el coro. La zona central de la nave se destinó a la asamblea de fieles, mientras que un área casi igual fue ocupada por el presbiterio disponiendo detrás la sacristía.
Para cubrir el espacio se utilizaron bóvedas gausas continuas, cáscaras de ladrillo de doble curvatura apoyadas en los muros laterales con alturas que varían entre 7 y 8,40 metros desde el nivel de suelo. Las directrices de las aristas siguen la geometría de la catenaria invertida y la forma se obtiene desplazando curvas de flecha variable entre 7 y 147 cm.
Los arranques de las bóvedas parten de rectas paralelas entre sí, contenidas en un mismo plano horizontal. Con esta solución Dieste logró aumentar la rigidez de la lámina de ladrillo con la mayor economía de materiales. El acero se colocó entre las juntas conformando una malla que otorga continuidad a la cáscara. Los tensores necesarios para resistir los empujes laterales se situaron ocultos en el valle de las bóvedas, que es casi horizontal y fueron anclados en las carreras de los muros.
Los muros son dobles, de 30 cm de espesor y 7 metros de altura, con alambres de 3 mm colocados en las hiladas. Son una superficie reglada conformada por una sucesión de conoides de directriz recta en la base, que se ondula en la parte superior con una parábola y dos medias parábolas acordadas por onda, manteniendo con el eje una amplitud de 1,40 metros.
La ondulación determina la variación de la luz libre entre los muros, entre 16 y 18,80 metros, y se obtiene por la inclinación y el deslizamiento mínimo de cada uno de los ladrillos, hacia adentro y hacia afuera, del orden de los 8 a10 mm. Al llegar a las últimas hiladas se recompone la directriz horizontal para poder apoyar la carrera de ladrillo y hormigón que trabaja como viga horizontal y absorbe parte de los empujes de la bóveda.
El espacio fue generado a partir de la singular solución estructural y es virtualmente infinito según el eje longitudinal. Lo que consiste en la virtud del sistema para la resolución de programas industriales, en una iglesia presentaba problemas arquitectónicos en los que forzosamente Dieste debió detenerse. El primero es la fachada, que fue separada de los muros laterales y es, por tanto, un artefacto completamente autónomo tanto desde el punto de vista constructivo como simbólico. La zona superior se resolvió mediante un marco articulado por tres bandas de diafragmas de ladrillo y mármol traslúcido que sustituye al típico rosetón.
El fondo del templo revestía mayores dificultades, y el ingeniero apeló al material y al sugerente efecto de la luz rasante que penetra por la ventana en el muro inclinado de la sacristía y estalla sobre un aparejo de ladrillo trabado con los ángulos salientes. Por delante colocó un muro que contiene al presbiterio y define, a la derecha la antesacristía y, en el lado opuesto, una pequeña capilla para albergar la imagen de la Virgen de Lourdes.
Como en los conjuntos renacentistas, el templo forma parte de un sistema edilicio. El bautisterio se ubicó hacia el lado este y está 3 metros por debajo de la superficie. A él se ingresa desde afuera por una escalera protegida por el prisma de ladrillo. En un recorrido de intenso simbolismo ritual, el catecúmeno debía descender y atravesar el túnel para bautizarse en la cripta de forma circular, de 4 metros de diámetro, e ingresar como nuevo católico al oscuro interior de la nave.
El campanario, exento, es una torre de ladrillo armado con escalones prefabricados empotrados en los muros, que se ubicó retrasado unos 7 metros respecto a la línea de fachada del templo. La excesiva y poco convencional distancia se explica porque fue concebido como elemento vertical destacado de una plaza que no llegó a conformarse. Hacia ella se orientarían dos edificios menores, el Salón Parroquial, que no fue construido, y la Casa Parroquial. La casa se ubicó sobre el oeste, retirada hacia el fondo para evitar interferencias visuales con la iglesia y cubierta con bóvedas de ladrillo. Fue realizada en 1960, se demolió y en su lugar se construyó un colegio.
Monumento Histórico Nacional. Resolución 455/997.
Reseña del Ing. Eladio Dieste extraída de Fadu-UdelaR. Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Eladio Dieste. http://www.fadu.edu.uy
DATOS BIOGRÁFICOS
Fecha y Lugar de Nacimiento: 1 de diciembre de 1917, en el departamento de Artigas, Uruguay.
Estudios: Egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República, Uruguay en el año 1943.
Títulos Recibidos:
Asociaciones Profesionales
Premios
PRINCIPALES OBRAS
Bóvedas de doble curvatura
Bóvedas autoportantes
Silos
Estructuras plegadas
Fundaciones de máquinas
Puentes de ferrocarril
Toma de agua
Torres caladas
Muelles
PUBLICACIONES
Publicaciones
Publicaciones sobre la obra de Eladio Dieste
Información extraída de: “Eladio Dieste, 1943-1996: métodos de cálculo”, Dirección General de Arquitectura y Vivienda, Consejería de Obras Públicas y Transportes, Sevilla, Junta de Andalucía, 1996. Versión de abril de 1998. ISBN: 84-8095-060-9.
La obra del ingeniero Eladio Dieste integra la lista tentativa de Unesco para Patrimonio de la Humanidad (6/05/2020)
Ver además:
Declaración de Monumento Histórico Nacional. Resolución Nº 455/997. Disponible en: http://www.impo.com.uy/bases/resoluciones/455-1997/1
AA.VV. Generaciones del Ladrillo I. Pioneros. Revista Elarqa, Nº 15 (Montevideo, 1995).
Dieste, Eladio, Laszlo Erdelyi & Graciela Silvestri. Escritos sobre arquitectura. Montevideo: Colección Ramos Generales, 2011.
Juan Pablo Bonta. Eladio Dieste. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas, 1963.
AA.VV. Eladio Dieste, el maestro del ladrillo. Buenos Aires: Colección Sumarios, Biblioteca sintética de arquitectura, Volumen VIII, Julio 1980.
AA.VV. Eladio Dieste. La estructura cerámica. Bogotá y Miami: Universidad de Los Andes, Facultad de Arquitectura, University of Miami, School of Architecture, Colección SomoSur,1987.
AA.VV. Eladio Dieste. 1943-1996. Sevilla, Montevideo: Junta de Andalucía, Consejería de Obras Públicas y Transportes, Agencia Española de Cooperación Internacional, 1996.