Villa Mairea

Alvar AALTO
  • Dirección: Pikkukoivukuja 20, 29600
  • Fechas inicio-fin: 1938-1939
  • Programas: VIVIENDA
  • Sitio web: http://www.villamairea.fi
  • Información útil: Visitas guiadas de martes a sábado, 40 min aprox., reserva previa con al menos una semana de antelación (www.villamairea.fi/en/visits/tour-inquiries). (+358)10 888 4460 / [email protected]

“Construida para los industriales Harry y Marie Gullichsen, la Villa Mairea es una espléndida versión de la casa de campo, muy valorada en los países nórdicos como lugar de retiro en la naturaleza. Los clientes pidieron a Aalto una casa que fuera contemporánea y finlandesa a la vez,  circunstancia que le inspiro una síntesis única y radical entre modernidad y tradición. Tomando una granja de madera como punto de partida, la villa se concibió más que como un único edificio como una acumulación de construcciones, montículos de tierra y plantas alrededor de un patio. Tradicionalmente, la sauna era el primer edificio en construirse; en Villa Mairea ésta constituye el primer elemento de la composición, cuya sofistificación tecnológica va en aumento alrededor del patio, hasta culminar en el volumen en voladizo del estudio de Maire  en la primera planta. En la década de 1920, Maire había estudiado pintura en París, circunstancia a la que quizás alude el revestimiento de tablas de madera sutilmente moldeadas, cuyo perfil es idéntico al de las tablas del Pabellón de Finlandia en la Exposición Internacional de París de 1935. La sauna, con cubierta ajardinada y paramentos de madera,  se muestra inequívocamente tradicional, pero, a diferencia de las formas vernáculas, posee una cubierta plana y su revestimiento tiene la sofistificación de una casa de te japonesa. Complejidades similares abundan por toda la casa: el cenador cubierto, por ejemplo, evoca un fragmento de un sola planta de alto de la estructura porticada de hormigón desmontada de la casa moderna arquetípica, aunque su cubierta ajardinada de estructura de tablas desagua por un canalón de madera excavado en un tronco. En el interior, Aalto combina la planta abierta moderna con reminiscencias de la tupa tradicional, el gran cuarto de estar de las granjas, donde los postes definían áreas para diferentes actividades a nivel del techo. 

En Villa Mairea, Aalto sitúa el espacio de la entrada en un nivel inferior, varía los pavimentos de modo que se vuelvan progresivamente más domésticos e íntimos -desde las losas de piedra a las tablas de madera y las alfombras, pasando por las baldosas y contrapone el espacio fluido de la sala de estar con la disposición más convencional del comedor. El tratamiento de los pilares es aún más radical. La retícula es regular, pero, “para evitar todo ritmo arquitectónico artificial”, tal como dijo Aalto, no hay dos pilares iguales. Todos, excepto uno de hormigón armado situado en la biblioteca,  están formados por tubos metálicos de sección circular pintados de negro, pero los diferentes modos en que se presentan, agrupados de a dos  y de a tres, envueltos, individualmente, o en parejas, con varas de mimbre, o revestidos con listones de madera de abedul, singularizan cada  uno de ellos. En lugar de la “estructura diáfana”, consustancial según Mies van der Rohe a la planta libre, Aalto proporcionó a sus clientes una abstracción del pinar finlandés, imagen tanto más expresiva, cuanto que los pinos viejos tenían parte de su corteza desprendida, revelando un duramen dorado.

Los pilares, semejantes a árboles, evocan sus orígenes naturales, complemento de la “luz del bosque” creada por Aalto mediante la pantalla ondulante que cierra la franja entre el techo y el límite superior de la librería de la biblioteca. El vidrio se combina con los paneles opacos curvos, de forma que cuando los rayos rasantes del sol o de la iluminación artificial afluyen, éstos recuerdan a la luz  del Sol atravesando las copas de los árboles. Finalmente, y como sutileza última, el pilar compuesto de dos fustes blancos pareados que soporta el estudio puede entenderse como un abedul metafórico en el límite del pinar interior. La mitad inclinada es estructuralmente redundante y el ingeniero solicitó su eliminación, pero, al igual que muchos otros detalles “artísticos”, fue restituida por la insistencia de  Maire. En Villa Mairea, Aalto empleó la técnica del collage para combinar fragmentos cuyo diseño debía evocar la naturaleza, la arquitectura tradicional finlandesa, así como otras fuentes más exóticas: la influencia japonesa de manera más evidente, pero también la  italiana, como puede apreciarse en el enjalbegado de los muros de ladrillo no enlucidos. Al “naturalizar” la retícula de pilares, Aalto debilita la estructura inherente a la sala de estar principal, de modo que éstas parece abrirse y cerrarse, reestructurarse a medida que uno se  desplaza de un extremo a otro: como en el bosque, se tiene la sensación  de ser el centro del movimiento del espacio”.


Extraído de: WESTON. Richard. Plantas, secciones y alzados: edificios clave del siglo  XX. Gustavo Gili, 2005. (Traducción de Guillermo Landrove)