Conjunto escultórico que rinde homenaje a los caídos de la guerra por la independencia letona de 1918-20, ubicado en la transición entre el centro histórico y la ciudad nueva, sobre el espacio parquizado que ocupaban las fortificaciones.
Lo componen un basamente de granito rojo y un fuste de travertino, ambos con diversos motivos escultóricos alusivos a la guerra, y una estilizada figura de cobre en la cima que sostiene tres estrellas doradas. Toda la composicón presenta claras resonancias art decó.
Es obra del escultor Kārlis Zāle, y sustituyó a una estatua ecuestre del zar ruso Pedro el Grande, por lo que desde la definición de su implantación implicó todo un acto político. Su simbolismo explícito lo expuso al riesgo de la demolición durante la época soviética (en parte la guerra de independencia fue contra el Ejército Rojo) pero se prefirió alterar el relato sobre su simbolismo, asociando las tres estrellas a las tres repúblicas bálticas y el conjunto a una celebración de su liberación del nazismo por parte de Stalin.
Fue punto de referencia de las manifestaciones en el proceso de reconquista de la independencia, a fines de los '80, y en la actualidad domina el espacio ceremonial de la ciudad por excelencia, ya que la peatonalización de unos doscientos metros del Bulevar Libertad que lo rodea (Brīvības bulvāris en letón) genera una plaza alrededor que lo dignifica a la vez que protege de las vibraciones que le producía el tránsito vehicular.
Texto: Pablo Kelbauskas