La casa de 500m2 se sitúa en un terreno en pendiente con un paisaje de horizonte lejano que es la cornisa oeste de Madrid vista desde Camarines. A nivel de suelo no aparece nada interesante pero, a medida que nos levantamos, se aparece con más nitidez el paisaje urbano de una visión panorámica de parte de la cornisa Oeste de Madrid.
Se trabaja con una planta cuadrada de 12x12 m. que se divide en cuatro cuadrados de 6x6 m. Siguiendo estas trazas, se van elevando los planos del suelo, cuadrado a cuadrado, con un sencillo movimiento helicoidal. Esos espacios son de doble altura de manera que se van intersecando y ascienden en espiral con giros de 90 grados, en cuyo desplazamiento vertical se generan espacios diagonales. El resultado traduce bien ese "2+2+2 son mucho más que sólo 6" con que se encabeza esta propuesta.
En la historia de la Arquitectura, Adolf Loos planteó el Raumplan como secuencia de espacios diferentes concatenados frente al espacio continuo y transparente del que luego el ortodoxo Movimiento Moderno hará su insignia. Algo, mucho de este Raumplan tiene la Casa Cala.
Se emplea así el mecanismo espacial del Raumplan de concatenación de dobles espacios en espiral. Cada dos dobles espacios están conectados desplazándose verticalmente de manera que se crea un espacio diagonal.
El desarrollo vertical está basado en este concepto loosiano de raumplan, colocando en lo más alto de la vivienda las zonas comunes, para destacar su importancia.
Las aperturas en las fachadas se adaptan al movimiento de la luz natural a lo largo del día, mientras los huecos de la azotea enmarcan las vistas a la ciudad.