Es la primer obra de Le Corbusier.
Junto al arquitecto Rene Chapallaz, que había ayudado a su maestro L’Eplattenier a construir su residencia en lo alto de su ciudad natal, levanta en 1906-1907 esta casa para el grabador Louis Fallet en un terreno cercano.
Registrada por Chapallaz en 1906, la licencia de obras describe un edificio compacto que ilustra el estereotipo del chalé con la que se identificaba el estilo nacional helvético desde varias décadas atrás.