El segundo escenario del Teatro Mariinsky fue diseñado por el estudio canadiense Diamond y Schmitt Architectural Bureaum, y abrió en 2013, adyacente al histórico Teatro Mariinsky, de 1860. El Mariinsky II es uno de los equipamientos para las artes líiricas más grandes del mundo. La aclamada compañía de opera y ballet que alberga puede ahora presentar las producciones más ambiciosas y técnicamente más exigentes, lo que no era posible en el edifico original.
El teatro pretende ser, según los autores, una expresión contemporánea de los elementos y la escala de San Petersburgo. Un basamento de albañilería de piedra caliza beige del Jura, convive con ventanas de piso a techo. El principal lobby, con sus dobles alturas, es dominado por las paredes de onix que rodean el auditorio exento.
Si bien el auditorio para 1900 espectadores es claramente contemporáneo en su aspecto, se organiza según los principios de los auditorios para ópera más exitosos de los siglos XIX y XX, con planta con forma de herradura y tres niveles de bandejas. Esta configuración ha probado ser la ideal para la intimidad, la acústica, las vistas, el confort de la audiencia y la cohesión general de la sala. Esta presenta una paleta de colores calmos, con varios tipos de madera de haya de tonos claros, y butacas de un azul pálido.
Un gran espacio tras bambalinas permite resolver todos los aspectos técnicos, donde puede haber hasta 2500 personas trabajando.
Un anfiteatro para doscientas personas se desarrolla en la azotea, que permite tener vistas de la ciudad y juega un papel importante en el Festival de las Noches Blancas, durante la temporada de verano y el sol de medianoche.
Texto: Pablo Kelbauskas
Fuente: web de los autores