El anfiteatro romano de Kom al-Dikka lugar público de la civilización romana, destinado a acoger actividades culturales y de ocio, con cabida para unos 800 espectadores. Contiene 13 gradas de mármol blanco en forma semicircular y la entrada estaba decorada por dos piezas de mosaico. Detrás del anfiteatro hay varias habitaciones probablemente usadas por los actores para cambiar su ropa durante los espectáculos. Los dos lados del anfiteatro fueron hechos de peldaños y su techo cubierto por una cúpula que desapareció por completo. Fue construido con mármol de Asia, granito rojo de Aswan y mármol blanco de Europa.
Junto al teatro, hoy en día también destinado a la exhibición de elementos descubiertos en las inmediaciones, se encuentra lo que fue un complejo de baños romanos, un barrio residencial del periodo tolemico, cisternas, un gimnasio y antiguas calles de la ciudad romana.
Si bien se creó a mediados del siglo III, estuvo en funcionamiento hasta el siglo VII. El mismo se encontraba obsoleto, sepultado por ciudad moderna y fue descubierto y desenterrado en 1960 ante la idea de una construcción estatal en tierras de un ruinoso fuerte napoleónico, este hallazgo trajo consigo el descubrimiento del pueblo entero de Kom al-Dikka y dio a luz el más grande hallazgo arqueológico urbano de Egipto.