La necrópolis de Kom El Shoqafa es un sitio arqueológico histórico, considerado una de las Siete Maravillas de la Edad Media, fue excavada en la roca madre en la época del emperador Antonio, y consiste de una serie de tumbas alejandrinas, estatuas y otros objetos de gran valor arqueológico relacionados con los cultos funerarios de los períodos faraónicos y helenísticos con influencias del Imperio Romano temprano. Fue descubierta en 1892 y contenía más de 300 momias.
Comprende tres niveles, con numerosos pasajes, vestíbulo, antecámara, cámara funeraria y nichos perforados en la roca. Tras la entrada hay una escalera circular, en cuyas paredes hay aberturas que permiten el paso de la luz, la misma es el acceso la parte baja donde se ubica un vestíbulo con dos nichos que tienen comunicación directa a una sala circular, en cuyo centro hay una rotonda con pilares en la cual se realizaban ceremonias funerarias.
Sus decoraciones en bajorrelieve muestran una mezcla entre las formas artísticas egipcias y greco-romanas, incluyendo en su temática serpientes y medusas y deidades griegas como Atenea, Anubis y Tot.