Se remonta a 1458 y su proyecto se atribuyó a Brunelleschi, pero actualmente se cree que el diseño del palacio pertenece a su discípulo Luca Fancelli. En el siglo XVI los Medicis lo ampliaron encargando la obra a Ammannati. La fachada, con una extensión de doscientos cinco metros y una altura de treinta y seis, está revestida con un recio paramento de almohadillado rústico formado por enormes sillares, algunos de los cuales superan los dos metros de ancho. El único elemento decorativo lo constituyen las cabezas de leones coronados, en las ménsulas de los ventanales de la planta baja. A través del portalón central se tiene acceso al interior, que se abre con un elegante atrio dórico de Paquale Poccianti.