El edificio es una suerte de santuario del líder Ho Chi Minh. Al momento de su fallecimiento, si bien había expresado su voluntad de ser cremado, se decidió comenzar a construir su mausoleo para exhibir el cuerpo embalsamado del líder. Culminado en 1975, el proyecto cuenta con una entrada y una salida, que conforman un recorrido a manera de rito funerario, para contemplar el cadáver, que se expone en una cama, con luz tenue y un aspecto escandalosamente realista. De una arquitectura austera, con una columnata estructurada y rígida, el edificio se erige como un mojón en altura sobre una zona baja, una clara señal de importancia, de trascendencia, y de fuerza de voluntad. Es una expresión del nacionalismo vietnamita, además de un homenaje sincero a la figura que unifica el sentir del pueblo.
Reseña: Fernando García Amen, 2018.