Los arcos de Saint Martin y Saint Denis, construidos a instancias de Louis XIV para celebrar sus victorias, sólo tuvieron propósitos conmemorativos ya que las fortificaciones perimetrales habían sido demolidas por el Marqués de Vauban, quien ideó un nuevo sistema defensivo a escala territorial.
La Porte de Saint-Denis es uno de los pocos trabajos de François Blondel que permanecen en pie. Éste ilustra las glorias militares de Louis XIV sobre las fronteras del norte de Francia, basándose en conocidos modelos romanos. Mide casi 25 metros de altura y 5 metros de anchura.
Posee un único arco y dos pequeñas puertas (de 3,30 metros de altura por 1,70 de ancho) abiertas en los dos pedestales. Por encima de ambos pedestales se elevan dos obeliscos cargados de trofeos. A sus pies, se encuentran dos figuras sentadas, esculpidas siguiendo unos esbozos de Lebrun que representan las Provincias Unidas. Por encima del arco entre la arquivolta y el entablamento se observan unos bajos relieves que muestran el paso del Rhin, y representaciones alegóricas de la Holanda vencida bajo los rasgos de una mujer abatida. En el lado norte aparece el asedio de la ciudad de Maastricht. En el friso del entablamento se puede leer en letras doradas: “Ludovico magno” en alusión a Luis El Grande.
La porte de Blondel figura como primera ilustración, como carátula, en el capítulo de “los trazados reguladores” de “Hacia una Arquitectura” escrito por Le Corbusier, un amante de la vieja estirpe neoclásica.