“Los requerimientos del lugar y el programa, así como la monumentalidad exigida al edificio público, dan lugar a un iceberg transitable, que emerge del mar, varado en el fondo de un fiordo noruego” (1)
Estas palabras resumen algunos de los elementos más significativos que definen a la Ópera de Oslo, obra inaugurada en 2008, que se eleva frente al fiordo de Oslo, capital de Noruega. Edificio y espacio urbano que se convierte en el centro de las artes escénicas más importante del país. Hacia 1999 la Asamblea Nacional de Noruega llamó a un concurso de anteproyectos para la realización de la nueva Ópera de Oslo, la cual se emplazaría en Bjørvika, zona industrial de la capital noruega, situada en la orilla de su fiordo. Esta operación fue el primer paso dentro de un plan de transformación que pretendía volver a comunicar la ciudad con su frente marítimo. El concurso fue ganado por el estudio de arquitectura Snøhetta, responsable, entre otras obras, del diseño de la Biblioteca Alejandrina en Egipto y de la Embajada de Noruega en Berlín.
La vinculación entre arquitectura y paisaje es un factor determinante de todos los proyectos del estudio. El edificio comprendió el mayor proyecto construido del ámbito cultural del país, convirtiéndose en un referente de las artes y la cultura noruegas. Además de convertirse en un icono para los ciudadanos es uno de los edificios más importantes de la arquitectura del país. Debido a su estratégica ubicación es también un conector entre la ciudad y el fiordo, confluyendo en él espacio urbano y paisaje natural. Una de las características más significativas de la obra es su espacio público, que conforma una plaza inclinada que termina por sumergirse en el mar, logrando de esta forma una interesante relación de continuidad con el paisaje. Sus cubiertas se extienden como un paseo que permite recorrer completamente el edificio, rematando en una gran plaza en altura, donde se abren nuevas vistas de la ciudad.
El edificio se ha concebido a partir de tres ideas básicas:
“Muro ola”: Debido a su ubicación en el puerto, lugar tradicional de intercambio entre Noruega y el mundo, la Ópera aparece como un umbral entre la tierra y el mar, entre el arte y la vida cotidiana. Este concepto se materializa en un muro curvo, un “muro ola” que contiene las salas de música.
Recubierto en su totalidad en madera de roble, material dominante tanto para el “muro ola” como para el auditorio principal, se utiliza también en los pisos, paredes y techos. El “muro ola” tiene una superficie orgánica y compleja compuesta por formas cónicas unidas. Además de constituir uno de los rasgos identificativos del foyer, sirve de atenuador acústico para el espacio del vestíbulo.
“Fábrica”: La propuesta implicó que el edificio actúe como una gran planta para la producción y desarrollo técnico y artístico, proporcionando todos los requerimientos necesarios para llevar adelante este fin. Se intentó así crear una especie de “fábrica” con un esquema flexible y racional, tanto en su fase de planificación como en su uso posterior. Esta flexibilidad ha sido de vital importancia en los procesos de planificación y anteproyecto. Cabe destacar que, en el diseño de muchas de las salas, se ha trabajado en colaboración con el usuario final.
“Alfombra”: Las bases del concurso establecían con claridad que la ópera debía generar un espacio de gran calidad arquitectónica y expresión monumental. En respuesta a esta condición, la parte superior del edificio se concibió como una gran “alfombra” transitable en la que se intentó plasmar los conceptos de monumentalidad, de unidad, de propiedad conjunta y de fácil y libre accesiblidad. Esto se consigue mediante un volumen horizontal que se va conformando en base a planos y pendientes transitables que permiten recorrer las cubiertas del edificio en toda su extensión. El material elegido para el recubrimiento de esta gran “alfombra” exterior ha sido el mármol italiano “La Facciata”. El concepto de monumentalidad no se ha conseguido de forma vertical, como es habitual, sino en horizontal.
El edificio se organiza en volúmenes de tres a cuatro pisos sobre el nivel del suelo, una planta sótano debajo de los mismos y otros tres subsuelos en el espacio escénico. La superficie total del proyecto es de 37.500 metros cuadrados, de los cuales 11.200 corresponden a áreas públicas, 8300 al espacio escénico y 18.000 a la cubierta transitable.
La arquitectura del estudio Snøhetta es frecuentemente definida como “narrativa” en cuanto a su lenguaje. Los materiales, por sus características específicas de textura, color y temperatura, han sido de gran importancia para el diseño de los espacios. Pero es el encuentro de los materiales lo que articula a la arquitectura, a través de la precisión y cuidado en detalles que potencian las diferentes materialidades obtenidas.
Extraído de: Oslo Opera House Por Nicolás Pastorino. Disponible en: http://www.fadu.edu.uy/viaje2015/articulos-estudiantiles/oslo-opera-house/
En el marco del curso Claves Operativas del Viaje de Arquitectura, Año 2014
Referencias:
REVISTA ARQUITECTURA VIVA. No. 117.
Madrid, Arquitectura Viva SL Marzo 2008
REVISTA ARCHITECTURE AND URBANISM . No. 411 Japón, A+U Publishing Co Ltd. Diciembre 2004
REVISTA l’ARCA No. 239. Milano, l’Arca Edizioni Setiembre 2008