En este garaje para camiones Miélnikov adopta una solución distinta a la del garaje para los autobuses Leyland adquiridos por el joven estado soviético. En un predio triangular ubica una planta en forma de herradura con influencias clásicas, y en relación a la forma de la cercana estación de ferrocarril de Kazán. Dentro de la gran herradura se ubica un gran volumen cúbico de oficinas. Los camiones aquí son aparcados en dos líneas y circulan por el medio de la herradura.
Todo el edificio está realizado en ladrillo rojo combinado con ventanales de vidrio y ladrillo de vidrio confiriendo una impronta fabril. Dos ventanas altas circulares en cada fachada pie de la herradura le dan particular expresividad.
Texto: Marcel Blanchard