El edificio se emplaza en un predio relativamente pequeño (de 18 x 30m) y aprovecha al máximo la interpretación de las reglamentaciones existentes a los efectos de consolidar una expresión singular, material y formalmente (dado que se trata de un edificio corporativo, sede social del grupo Louis Vuitton Moët Hennessy), y al mismo tiempo obtener la mayor cantidad de espacio construido posible. La torre se presenta como una masa cristalina que se abre al cielo de New York, diferenciándose de las construcciones vecinas y reflejándolas en su superficie facetada.