Constituye una de las primeras muestras de la arquitectura eclesiástica neogótica de Estados Unidos. Cuando se inició su construcción en 1853, muchos fieles se quejaron porque la catedral se iba a construir fuera del casco urbano. Sin embargo, la ciudad continúo creciendo hacia el Norte y cuando fue consagrada, en 1879, dominaba el distrito residencial más elegante.
En la actualidad, sus proporciones aparecen empequeñecidas por la altura de los cercanos Rockefeller Center y la Olimpic Tower. En el interior, la catedral muestra una típica planta en cruz. La iluminación se logra con vidrieras de estilo gótico fabricadas en su mayoría en las ciudades francesas de Chartres y Nantes.