Sensible a las enseñanzas de un racionalismo fundado sobre principios estructurales, impulsado por Viollet le Duc, Guimard visitará el Hotel Tassel de Victor Horta en Bruselas para incorporar los nuevos tópicos impulsados por el Art Nouveau.
El Béranger es la primera gran obra de Guimard y su primer manifiesto polémico en el que ensaya las lecciones de la obra de arte total: diseñando la totalidad del mobiliario, las vidrieras, carpintería y herrería, todo ello en perfecta armonía con la arquitectura El Béranger es la primera gran obra de Guimard y su primer manifiesto polémico en el que ensaya las lecciones de la obra de arte total diseñando la totalidad del mobiliario, las vidrieras, carpintería y herrería, todo ello en perfecta armonía con la arquitectura. El edificio está formado por 36 unidades de apartamentos, todas de doble orientación y todas diferentes, siguiendo un principio de diferenciación que el arquitecto creía imprescindible a la hora de atender las solicitaciones de una pluralidad de comitentes.
Para una crítica habituada a la referencia codificada de los estilos, el uso de metáforas naturalistas exhibido por Guimard apareció súbitamente bajo sus ojos como un objeto imposible de codificar y, por ello, fue objeto de todo tipo de críticas. Tachado de “pesadilla” delirante, protesta irreflexiva contra toda tradición y convención, al final el Béranger también fue leído como una obra revolucionaria que acabo lanzando a Guimard al estrellato de la noche a la mañana.