En la película llamada Brazil, Terry Gillian contaba la historia de un funcionario que por puros errores burocráticos acababa como víctima de la violencia descontrolada del aparato de estado. La historia kafkiana estaba ambientada en una ciudad futura y apocalíptica que no era otra cosa que los Espacios de Abraxas de Ricardo Bofill.
Abraxas es un conjunto de 591 viviendas formado por tres sectores -el teatro, el palacio y el arco- que fue concebido como referencia en el paisaje de Marne la Valle, una de las cinco villes nouvelles impulsadas en los años setenta como parte de la política de descongestionamiento del centro de Paris.
El espacio central, llamado el “teatro”, queda delimitado por unos volúmenes edificados entorno a un hemiciclo cubierto de césped, y se ofrece como espacio de reunión. En negativo, el edificio se desdobla en una suerte de palacio neobarroco, pretencioso, monumental y desolado, que es como decir a escala de la periferia.
El edificio fue realizado utilizando un sistema de prefabricación pesado en hormigón desarrollado por el Taller de Arquitectura.