Finalmente, el teatro representa, después del templo, la mayor contribución griega a la historia de la arquitectura. Se desarrolló a partir de un anillo circular destinado a la representación significativa del drama existencial. Durante el periodo clásico se dividió a los participantes en actores y espectadores, interrumpiéndose así la continuidad del circulo. El actor griego se destacaba como una verdadera figura plástica en la escena circular, encerrada en la concha que contenía al público. Desde sus asientos los espectadores participaban no solo del espectáculo, sino también del paisaje circundante, y "todo el universo visible de la naturaleza y de los hombres se unificaba en un único orden armonioso".
Norberg-Schulz, Ch. (1979) Arquitectura Occidental
Casi todas las tragedias y comedias antiguas fueron escritas para este escenario.