La torre es la continuación vertical de un parque adyacente. Sus gigantescas macetas, colgando de los balcones, se inspiraron en las jardineras de ventana parisinas que pueden ser en sí mismos tesoros botánicos.
La vivienda social se libera de todos los muros de carga. Los habitantes disfrutan el susurro de bambú y una luz filtrada por el follaje que crece en grandes macetas de hormigón incorporadas en los balcones cada unidad. Cabe destacar que el bambú no es de floración habitual y generalmente muere después de florecer. El ascensor está en la fachada y, acristalada en ambos lados, que permite que la luz penetre en las zonas comunes.
En la planta baja, se abre al exterior, transformando el exterior en un pasillo.
La Torre de la flor encarna la expresión del deseo de la naturaleza en la ciudad.
(Fuente: http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/794533/tower-flower-edouard-francois)