Fue el primer planetario del país con un auditorio para 1440 personas. La estructura es de concreto. La bóveda parabólica fue en sus días todo un acontecimiento formal con sus 28 m de diámetro, 12 cm de espesor en la base y 6 cm en la cúspide. La apariencia exterior es deliberadamente compacta y concisa. Alrededor del volumen principal, tres volúmenes adicionados a la forma constructivista contienen escaleras. Uno de ellos incluye un cilindro de vidrio coronado por una planta mecánica. El vestíbulo y los cuartos de servicio se ubican en la planta baja.
El planetario era un nuevo concepto de templo popular, símbolo de la ciencia de la astronomía como proposición atea y revolucionaria al oscurantismo religioso zarista.
Texto: Marcel Blanchard