“La “Cité de Réfuge”, (ciudad refugio), es el tercer proyecto llevado a cabo por Le Corbusier para el Ejército de Salvación, después del «Palais du peuple » (Palacio del pueblo), construido en la calle de Cordeliéres en 1926 y 1927, y el albergue flotante, una gran barcaza de hormigón convertida en un gran dormitorio para vagabundos en 1929 y 1930. Esta vez se trata de crear, gracias a la generosidad de veinte mil donantes y de la princesa Winaretta Polignac-Singer, un refugio para acoger entre 500 y 600 personas sin techo en París. La edificación de un amplio volumen en el tejido de un arrabal parisino obliga a Le Corbusier a llevar a cabo largas investigaciones antes de llegar a la solución definitiva, que separa los servicios comunes situados al nivel de la calle Cantagrel del prisma acristalado de los dormitorios, prolongado por un ala secundaria hacia la calle Chevaleret.
Con sus diferentes elementos, el edificio da cuerpo al interés expresado en «Vers une architecture» (Hacia una arquitectura) por Le Corbusier para el diseño de transatlánticos. La serie de grandes salas de la planta baja, desde la entrada hasta la rotonda de la recepción, envuelta en bloques de vidrio, recuerda la de los salones de los barcos. Las plantas superpuestas, semejantes a los puentes de un barco, y el aspecto general del edificio, coronado por superestructuras que recuerdan las cubiertas, adoptan la figura de un barco.
La sucesión de dormitorios modulares imita en cada nivel la monótona repetición de las cabinas de los transatlánticos.
Y la vivienda de tres alturas, reservada en las últimas plantas a la generosa donante, recuerda sin duda el puente de mando de un almirante.
La «Cité de Réfuge» también se inspira en los transatlánticos para la estanqueidad.
Le Corbusier aplica aquí el principio de la «respiración exacta», abandonado en Moscú. Los canales de ventilación tienen como objeto ventilar y calentar de forma «higiénica» mediante unos circuitos independientes en los pasillos, dormitorios comunes e individuales de los residentes. Pero la ausencia de toda refrigeración en verano y la imposibilidad de abrir las ventanas fijas de la fachada sur condenarán al fracaso este incompleto enfoque. Desde principios de los años treinta, el Ejército de Salvación se enfrenta a Le Corbusier, quien afirma en una carta a la princesa Polignac que «las personas interesadas se acaloran y discuten en una perpetua confusión entre sus reacciones psicológicas y fisiológicas» y él tiene «el deber de no tenerlo en cuenta y proseguir serenamente con las investigaciones positivas y científicas».
Próxima a la estación de tren de Austerlitz, la «Cité de refuge» resulta gravemente dañada en los bombardeos de la II Guerra Mundial. Le Corbusier reconstruye la fachada totalmente destruida y añade una marquesina, diseñada en una colaboración recuperada temporalmente con Pierre Jeanneret, de quien se había separado en 1940.
COHEN, Jean Louis. Le Corbusier. Taschen.
Madrid, 2006