En el 1800, en una de las 18 puertas de la vieja muralla de Berlín, se producía un cruce de caminos, donde llegado 1838 se emplazaría la estación de trenes Potsdamer. Esta área conocida como Platz von dem Potsdamer Thor, inicialmente no era más que un suburbio rural, pero luego de la unificación alemana de 1871, comienza a cobrar otra importancia, producto del establecimiento de los ciudadanos más ricos. Más allá de las murallas, la zona sería conocida como Potsdamer Platz. Plaza que, además de la estación del tren, albergaría distintos servicios para sus usuarios. Urbanísticamente, pronto adquiriría una nueva impronta, producto de su condición. Ya hacia los años veinte, la Potsdamer Platz era uno de los lugares más transitados de Europa, donde confluían trenes, tranvías y autobuses. Tal era la magnitud del movimiento generado, que allí tuvo lugar la implantación del primer semáforo del Europa.
Llegado 1945, la Potsdamer Platz sufriría varios ataques, primero es destruida producto del bombardeo de la Segunda Guerra Mundial, donde unas pocas ruinas denotan los edificios allí existentes. Luego de la conferencia de Potsdam, la Potsdamer Platz no sería más que un mercado, ubicado en las fronteras de las ocupaciones militares de Gran Bretaña, Estados Unidos, y la Unión Soviética. Luego, al consolidarse la Guerra Fría, la zona es golpeada una vez más, ya que por orden de Stalin son cerradas todas las rutas de acceso a Berlín Occidental, hecho conocido como el “bloqueo de Berlín”. No obstante, de manera improvisada se intenta recomponer la zona, pensando en una futura reconstrucción, hecho que se da por tierra luego de que en 1957 la zona fuera completamente incendiada producto de un levantamiento popular, irónicamente disparado por una huelga de los obreros de la construcción.
La decadencia de la Potdamer Platz, era total.
En 1961, la zona pasa a ser una frontera, producto de la construcción del Muro de Berlín, donde se encontraría uno de los sectores más anchos de la división, produciendo la demolición tanto de los edificios y ruinas que se encontraban dentro del amurallamiento, como de los que estaban del lado occidental, ya que producían un riesgo estratégico-militar.
Tras décadas de abandono, la suerte de la Potsdamer Platz cambiaría la noche del 9 de noviembre de 1989, producto de la caída del muro. Pocos días después, se instalaría un puesto fronterizo y se restablecería una de las carreteras que por allí cruzaba. En julio de 1990 en la “no-man's-land” ubicada en la Potsdamer Platz se llevaría a cabo unos de los más grandes conciertos musicales de la historia.
La Potdamer Platz, comenzaba a recuperar su neuralgia.
La Potsdamer Platz representaría un papel en blanco para la reconstrucción y unificación de Berlín. Un papel en blanco que sería un pasado, un presente y un futuro de un connotado lugar histórico. Como en toda reconstrucción, dos líneas de acción son posibles, por un lado, reconstruir y revitalizar lo que fue y por otro lado borrar completamente, y mirar hacia adelante. Independientemente del camino a tomar, la Potsdamer Platz tenía un potencial ineludible para representar la reunificación de Berlín, y el surgimiento de una nueva nación
En 1990, el diario de Frankfurt, Frankfurter Allgemeine Zeitung (FA Z), invitó extraoficialmente a ciertos arquitectos a presentar proyectos para la reformulación del tejido urbano de ambas mitades de la ciudad. Para el desarrollo específico de la Potsdamer Platz, la propuesta es obra del italiano Aldo Rossi.
Sin tiempo que perder, en 1991 el Senado Alemán publica una licitación para la reconstrucción urbana de la Potsdamer Platz y Leipziger Platz.
El proyecto pretendía ser un lineamiento general para los futuros inversores, interesados en construir en el lugar. Una vez finalizada la licitación, resulta ganador el estructurado proyecto del estudio de Hilmer y Sattler por sobre propuestas de importantes profesionales como el estudio de Sir Norman Foster, Alsop & Störmer, Hans Kollhoff, y Daniel Libeskind, entre otros. Sin embargo, descontentos con el proyecto, los inversores encargan uno nuevo a Richard Rogers, el cual se caracteriza por su altura; pero el jurado descontento con este nuevo proyecto, decide reivindicar la elección del primero.
El plan de Hilmer y Sattler está basado en el modelo compacto y espacialmente complejo de las ciudades europeas.
Se trata de un proyecto estructurado, que articula la red de calles con manzanas bien definidas. Mantiene una relación de 2 a 1 en cuánto a la altura de los edificios (35mts) y al ancho de las calles (17,5mts), estudiando la iluminación de las calles y la iluminación y ventilación de los edificios. El otrora complejo cruce de rutas se reformula ahora con la intersección simple de dos de las principales avenidas de Berlín.
El Master Plan definía específicamente la imagen de ciudad que se quería para la ciudad, y, si bien fue respetado en las actuaciones posteriores, el proyecto de Murphy/Jahn para el predio de la Sony Corporation presenta excepciones.
La fuerza de la compañía, su poder político-económico logró que se les otorgasen ciertas licencias frente a los lineamientos del Master Plan. De todas formas, el proyecto mantiene el espíritu de renovación y recalificación del plan.
En 1992, uno de los principales inversores, Daimler-Benz, realiza un llamado a 7 importantes arquitectos para que realizaran el proyecto para su lote, el cual ocupara una de las mayores superficies de la Potsdamer Platz.
Resulta electo el del Arquitecto italiano Renzo Piano, el cual seguiría los lineamientos generales de Hilmer y Sattler.
Una vez adjudicado el concurso a su ganador, el italiano Renzo Piano, 6 reconocidos arquitectos (Arata Isozaki (Tokio), Christoph Kohlbecker (Gaggenau), Hans Kollhoff (Berlin), Ulrike Lauber and Wolfram Wöhr (Munich), José Rafael Moneo (Madrid) and Richard Rogers (London) comienzan a trabajan junto a él, encargándose cada uno de una construcción en particular.
Esto convierte la reconstrucción en uno de los hechos más grandes de la historia, con un volumen de obra excepcional de la mano de Arquitectos de renombre mundial, proyecto que además se caracterizó por su eficacia y rapidez.
Extraído de Potsdamer Platz. Berlín posmuro. Por Facundo Urban y Gabriel Gutierrez. Disponible en: http://www.fadu.edu.uy/viaje2015/articulos-estudiantiles/potsdamer-platz-berlin-post-muro/
En el marco del curso Claves Operativas del Viaje de Arquitectura, Año 2014.
Referencias:
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DÜTMAN, MARTINA y ZWOCH, FELIX (ed).
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PASSARO, Andrés Martin. El Berlín de Koolhaas. DC - Revista de Crítica Arquitectònica, Barcelona, n. 2, p. 169-171, 199
NAVARRETE, MARÍA DEL ROCÍO. Idea, materialidad y signo de la ciudad: los
complejos urbanos arquitectónicos globales Potsdamer Platz, Alemania y Santa Fé,
México. Tesis de Grado. Universidad Autónoma de México. Marzo 2009.