Este complejo de vivienda social está compuesto por 1.173 apartamentos, y es una muestra más de las supermanzanas vienesas.
Este proyecto está organizado construyendo los perímetros y dejando libres los "corazones" de manzana, a modo de jardines interiores con sus respectivos servicios comunes. Su acceso principal está enfatizado por las construcciones que lo rodean, adoptando una forma de semicírculo que invita a ingresar.
La predominante en sus fachadas es la horizontal, y ciertos acentos verticales que dan ritmo a las fachadas prolongadas.
El proyecto sufrió graves daños durante la Guerra Civil de 1934. Efectivamente integrado a la estructura urbana de base, el gran espacio semicircular, originariamente iba a recibir un obelisco.