Su sentido contemporáneo
Es uno de los más sublimados ejemplos de la arquitectura histórica japonesa más pura, abstracta y anti decorativa. En esta obra el espacio interior se expande en un paisaje de jardines contenidos. Ha cautivado a muchos arquitectos occidentales y japoneses durante el Siglo XX. Bruno Taut, durante su estadía en Japón en los años 30, dirá: “En Katsura los ojos piensan… Extraordinaria es la calma que reina en las habitaciones cuando las puertas ventanas revestidas de papel están cerradas… una vez abiertas el ‘cuadro’ del jardín irrumpe inesperado”. El disfrute de su belleza es sustantivo. Fue registrada como una obra clásica de inspiración moderna.
Su historicidad
Fue concebida en el Siglo XVII por el Príncipe Toshito y su hijo Toshitada, sensibles hombres de letras. Quería contrastar con la entonces arquitectura ostentosa de la clase militar de Edo (la futura Tokio). Se plantea como una mixtura de la arquitectura austera de los samurai con una mayor amplitud, con flexibilidad y con un refinamiento propio de una incipiente burguesía local. Obra realizada en etapas, con los distintos cuerpos (shoin). En el Siglo XVIII se van a plantear algunos cambios.
Algunas claves arquitectónicas y paisajísticas:
• Arquitectura “mínima”, esencial, contenida, con un gran cuidado geométrico, proporcional, estructural, cromático y decorativo.
• Construcción de una sola planta, a dos aguas, ligera, sobre esbeltos pilotis de madera que se posan sobre la tierra.
• Cuidada planimetría general, con desdoblamiento de los cuerpos y fachadas paralelas de las sucesivas construcciones. Ello aligera el efecto de conjunto, como en su precedente Castillo de Nijó.
Contiene un porchre frontal con un pequeño deck de madera, la Terraza de la Luna.
• La estructura de madera y el techo marrón oscuro contrasta con los paneles blancos del cerramiento vertical (shoji).
• Los paneles exteriores son de papel y corredizos, tamizando y filtrando la luz, y pudiendo expandir el espacio y las vistas.
• También en el interior algunos paneles son corredizos. Por tanto es flexible el tamaño de muchas habitaciones, ganándose en libertades interiores. También se utilizan algunas celosías de madera.
• Algunos pisos interiores se elevan y también se bajan ciertas alturas interiores con artesonados de madera.
• Un jardín japonés contiene un estanque frontal al shoin principal. En este se reflejaba la luna de otoño.