Está ubicado en un terreno estrecho y de gran dificultad, consta de 70 plantas y 368 m. de altura, dominando así el skyline de Hong Kong. Es un gesto geométrico dinámico en su percepción. La ciudad se ve reflejada en su fachada vidriada, la cual está determinada por una grilla estructural de brazos en cruz. Este sistema responde a las exigencias anti-tifónicas de la isla.