Su construcción comenzó en 1814 y se extendió durante cerca de 50 años. Debía glorificar la victoria de la Santa Madre Rusia sobre los ejércitos invasores de Napoleón. El arquitecto proyectista fue K. Thon. Se ubica a orillas del río Moscóva cerca del Kremlin. Ofició de catedral central de Moscú y de Rusia hasta la revolución bolchevique. En 1931 fue demolida, por ser símbolo del “opio de los pueblos”, el oscurantismo religioso denunciado por Marx en frase que Stalin tomó al pie de la letra. En su lugar sería edificado el edificio por excelencia de la patria socialista mundial, la Unión Soviética. Sería llamado Palacio de los Soviets y para su realización se llamó a un gran concurso internacional que significó un punto de inflexión en la historia de la arquitectura de Rusia. El edificio, una suerte de “nuevo Kremlin” socialista, de 210 m de altura coronado por una estatua habitable de Lenin de 100m sería la nueva vertical principal de la capital socialista, en sustitución de la tradicional dominante del Campanario de Iván de 81 m en el Kremlin.
La invasión de la Alemania hitleriana a la URSS en 1941 detuvo su construcción. En 1960 bajo el gobierno de Jrushév se decidió realizar una gran piscina urbana climatizada de forma circular coincidente con el pozo realizado para las fundaciones del Palacio de los Soviets. Fue la piscina más grande de Europa durante décadas y la que fascinó al joven cineasta holandés y futuro arquitecto, Rem Koolhaas, en su visita al Moscú soviético los ’60. Luego de disuelta la URSS bajo la presidencia de Boris Yeltsin, en 1997 se decidió construir nuevamente la Catedral por entero y del modo más fiel posible al proyecto original. Se utilizaron piedras semipreciosas de gran variedad y se recurrió a lo más destacado en el área de la restauración en Rusia. En el subsuelo funciona un museo. La escala del edificio impresiona por su tamaño. Fue realizado posteriormente un puente peatonal que partiendo de la plataforma de la catedral cruza el río Moscova hacia la isla y determina con ella un vínculo de gran belleza desde el cual se aprecia en toda su potencia la propia Catedral y el Kremlin. Al observarla con detención de la Catedral emana una peculiar e inquietante presencia por ser tan antigua y tan reciente, por ser en realidad lo que no es.
Texto: Marcel Blanchard