La importante estructura del edificio está hecha de mármol y vidrio, con un estilo arquitectónico que integra gustos tanto de elementos occidentales como orientales. El Gran Teatro de Shanghai es también considerado como un puente de comunicación entre las artes escénicas extranjeras y nacionales de China.
De planta cuadrangular, símbolo que refiere a la perfección y al planeta Tierra en la cultura china, la construcción, más allá de centrarse en la ópera, incluye una biblioteca, un estadio y un museo. Como no podía ser menos, este edificio acompañaba con esto la tendencia naciente en la arquitectura: la búsqueda de la altura. Grandes innovaciones tecnológicas fueron requeridas para su construcción, ya sea por las fachadas de vidrio suspendidas como también por su estructura de acero, producida por los astilleros de Shanghái y ensamblada en sitio.