Palacio de Congresos de Mérida

Nieto Sobejano Arquitectos

Ubicado en Mérida, capital y núcleo institucional de Extremadura. Además de ser referencia institucional es referencia turística de Extremadura en todo el mundo debido a su importante conjunto arqueológico y monumental, por el que fue delarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1993.

El Palacio de Congresos y Exposiciones no sólo debe resolver un complejo programa que compatibilice los usos de auditorio de música, teatro, ópera o pabellón de exposiciones; también posee una fuerte carga simbólica, que por su contenido y ubicación se sumará a la notable presencia de la arquitectura contemporánea en Mérida. 

El edificio ha sido concebido como una pieza unitaria, masiva, plegada en continuidad sobre sí misma para definir los llenos y vacíos que conforman un nuevo espacio público: una gran terraza o balcón sobre-elevado que se asoma hacia la ciudad y el río Guadiana. Esta plataforma actúa como nexo de unión entre los dos auditorios, que constituyen los espacios más característicos del edificio, y permite su funcionamiento independiente de las áreas de congresos y exposiciones que se sitúan en las plantas inferiores.  El edificio -si bien unitario en su concepción-, puede ser entendido y utilizado independientemente en tres áreas principales con sus correspondientes accesos: sala principal, sala menor y zona de exposiciones. La sala principal, para mil espectadores, adopta una planta rectangular, con un patio de butacas generado por pendientes de inclinación variable, cuyo acceso se produce bien desde la plataforma exterior o bien desde la calle. Su uso para conciertos implica una especial atención a las condiciones acústicas, que la propia geometría y volumen de la sala prevén. El techo acústico se dispone con independencia de la estructura de cubierta y está formado por paneles de madera revestida de láminas de zinc al igual que los paramentos laterales.

La sala menor incluye tras la escena una gran apertura acristalada que comunica el espacio interior con la plaza de acceso. Una gran cancela de zinc permite cerrar la sala cuando está en uso, manifestando cuando se abre la sección horizontal que vincula espacialmente todo el edificio. Las áreas de exposiciones y congresos, concebidas como una secuencia modulada de amplios espacios vacíos, se disponen en las plantas baja y semisótano. Mención especial merece el tratamiento y material con que se ha construido el cerramiento exterior, no sólo por caracterizar fundamentalmente su imagen, sino por constituir parte esencial del argumento del proyecto. Lo que exteriormente se percibe como un sólido volumen, vaciado en su interior, se genera a partir de una retícula estructural de hormigón armado, con un cerramiento de grandes paneles de hormigón prefabricado. Como el opus incertum de las fábricas romanas, el hormigón fuertemente texturado y pigmentado presenta una cara exterior áspera e incierta que contrasta con el acabado metálico y de vidrio de los volúmenes de los auditorios. A partir de un único bajorrelieve de la escultora Esther Pizarro se desarrollan cinco moldes de goma, que a su vez se disponen en cuatro agrupaciones básicas. Ello genera un sistema combinatorio que hace posible el paso de la singularidad de una obra plástica a la industrialización de su proceso constructivo. Al exterior, el edificio queda caracterizado por la continuidad de un material pétreo, contemporáneo en su técnica constructiva, y sin embargo, reminiscente de los antiguos muros de hormigón del pasado romano de la ciudad.


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Leaflet © NOMADA Fadu Udelar