Es una de las mejores atracciones turísticas de Viena. La fachada original de Adolf Loos, que tenía un gran mosaico con la bandera americana que la recorría de un lado a otro, sobresaliendo del paramento, fue restaurada por H. Czech para la exposición “Dream and Reality” en sus materiales originales, y posteriormente fue instalada en el propio bar. En un juego elegante y mundano de recuadros, planos, luces, perspectivas centuplicadas por los espejos, postula una geometrizada alternativa a los lenguajes de la Secesión.