Esta Catedral se encuentra en el centro de la ciudad de Reims, a 130 km de París. Está situada en la parte Este de la Isla de Cité y está rodeada por el rio Sena, con jardines por delante y por detrás. Su fachada mira hacia el Oeste y da sobre la plaza Notre Dame.
El interior de la planta se destaca por la esbeltez de su estructura. Como es característico del gótico, su interior es majestuoso y la estructura ocupa un papel muy importante en la articulación de la misma.
Sus elementos se muestran tal como son, donde el muro se vacía dando cabida a la simpleza de su esqueleto portante.
“Las nervaduras se apoyan sobre dos boceles más delicados y algo más retirados hacia la pared, que acompañan a la columnilla principal desde la losa del capitel del pilar hacia abajo. Este haz aumenta su número de tres a cinco, porque el arco formero –que es parte de la pared y que cubre la prolongación de la bóveda- se apoya también sobre columnillas que bajan hasta el capitel del pilar” [1]
Para realizar una articulación con estas características era imprescindible la elaboración de un proyecto en su totalidad, que comprenda la realización de la bóveda antes de haber colocado el primer pilar. “La catedral fue construida de abajo hacia arriba, pero pensada de arriba hacia abajo”.
La “desnudez” característica en las catedrales góticas se evidencia principalmente en el cómo de la utilización de los métodos estructurales. En la Catedral de Reims el diámetro del pilar se relaciona directamente con el número de elementos que recibe. Presenta como soporte, pilares cuadrados o cruciformes con cuatro semi-columnas adosadas para recibir los arcos perpiaños y formero. Otra característica es el empleo de la bóveda sexpartita donde las claves de las ojivas están más altas que las claves de estos arcos para asegurar mayor verticalidad a los empujes.
Las bóvedas son excepcionalmente gruesas con casi 600 mm de espesor. Es importante destacar esto debido a la contraposición que aparece entre la sensación de permeabilidad de la catedral y su estructura, con la pesadez real que existe.
En la misma figura se puede observar el diseño de dos arbotantes; cuando se usa este doble sistema, el arbotante inferior absorbe el empuje de la bóveda, mientras que el superior actúa como riostra contra el viento.
La iluminación de Reims se adapta en su totalidad al período gótico. Es general y difusa. No está concentrada en ningún punto. El muro da la impresión de que fuera poroso, la luz se filtra a través de él, penetrándolo, fundiéndose con él; y esto no significa que el interior sea especialmente luminoso. Las vidrieras sustituyen al muro. La luz aparece como un símbolo a través de la ficción de un sistema de iluminación no natural. A través de las vidrieras del edificio como un muro traslúcido, creó un espacio determinado por una luz coloreada y cambiante. Esto confiere a los objetos una dimensión irreal.
Extraído de: Catedral de Reims. Por Diego Solís. En el marco del curso Claves Operativas del Viaje de Arquitectura.
Referencias:
HANS JOACHIMKUNST W.SCHENKLUHN. La Catedral de Reims. 1996
JACQUES HEYMAN. Teoría, historia y restauración de estructuras de fábrica.
http://mariac457.blogspot.com/2011/05/la-catedral-de-reims.html
http://www.castellsmonestirsicatedrals.com/2012/10/catedral-de-notre-dame-de-reims.html
http://aprendersociales.blogspot.com/2009/01/la-catedral-de-reims.html
http://arte.laguia2000.com/arquitectura/catedral-de-reims