Complejo hotelero de dimensiones soviéticas conformado por cuatro edificios de 30 pisos. Dispuestos en forma perpendicular entre sí se articulan en torno a un volumen de 5 pisos de altura para sala de actos y otras actividades. En planta la composición posee una suave tensión entre simetría y asimetría. Fue construido para alojar a parte de los atletas que visitarían Moscú en los Juegos Olímpicos de 1980.
Las Olimpíadas de Moscú se dieron en un contexto internacional de enfrentamiento con los EEUU que las boicotearon, razón por la cual gran cantidad de países dependientes en mayor o menor grado de los EEUU no asistieron al evento.
La realización de las Olimpíadas significó un gran impulso constructivo en Moscú de los ’70. Se edificó gran cantidad de infraestructura deportiva y turística.
Se estimaba una afluencia de 300.000 extranjeros lo que significaba el doble de los visitantes anuales a la URSS en esos días.
Un corresponsal de “Times” escribió con humor durante los juegos olímpicos que “desde los días de Napoleón no se veían tantos visitantes de Occidente en Moscú”.
Los Juegos Olímpicos fueron llamados por las autoridades soviéticas “no solamente un evento deportivo sino un festival de la arquitectura y la tecnología”. El rol propagandístico que debían desempeñar era inmenso y por ese mismo motivo fueron boicoteados por EEUU. Se construyeron en la capital 78 nuevos edificios vinculados con el evento olímpico.
Para la ciudad significó algo inédito.
Por primera vez los moscovitas soviéticos pudieron probar la Coca-Cola, sponsor oficial de los juegos. Por primera vez también se utilizaron en Moscú los detectores de metales para evitar la repetición de los sucesos de Múnich en 1972 donde fueron asesinados por un grupo terrorista los atletas del equipo olímpico israelí.
Si los moscovitas no podían salir libremente al mundo en esta ocasión el mundo podía venir libremente a los moscovitas, lo que generó un clima festivo muy intenso.
Por su magnitud y significación las obras de construcción para las Olimpiadas de Moscú de 1980 son equiparables en su impacto urbano con los grandes momentos arquitectónico –urbanísticos de la URSS como lo fueron la construcción de la primera línea del Metro de Moscú en 1935, el trazado de las nuevas grandes radiales en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, y el inicio de la construcción masiva de bloques prefabricados para viviendas a mediados de los ´50.
El complejo hotelero Izmáilovo con una capacidad para 10.000 huéspedes, fue construido en el parque donde se había proyectado el gran estadio “Stalin”.
Los grandes bloques de hoteles son enteramente prefabricados. Se apoyan en largos basamentos horizontales de tres pisos que contrarrestan la fuerza de las líneas verticales predominantes. El volumen cúbico del centro de la composición está revestido en todo su perímetro superior por una escultura en hierro del escultor georgiano Tzeretéli.
texto: Marcel Blanchard.