Museo dedicado a la obra de Hiroshi Senju, artista japonés conocido por sus cuadros de cascadas. Una gran cubierta en paralelo a la superficie del terreno, perforada en algunos puntos, produce patios ajardinados, que iluminan los diferentes espacios blancos del interior. Entre el parking y el museo, aparece un jardín con alrededor de 60.000 plantas con 150 variedades diferentes. Esta “naturaleza”, cambiante, tiene un rol muy activo en la atmósfera que se crea dentro de la galería.“Senju me pidió que crease un espacio abierto, luminoso donde la gente observe sus obras, se relaje y pase el tiempo en contemplación.El museo, abraza suavemente la pendiente natural del terreno, cuenta con iluminación controlada por grandes aleros, pantallas de plata y cristal tallado UV permitiendo al mismo tiempo la penetración del verde. El espacio abierto fue diseñado para unir la naturaleza de Kazurizawa y el arte Senju.” Ryue Nishizawa