A su llegada a París, en 1594, Enrique IV decide unir el Louvre con las Tullerías en un gigantesco palacio. Este es el “Gran Proyecto”, del cual hace ejecutar la primera etapa, la Gran Galería. Bajo Luis XIII y Luis XIV, los arquitectos Le Mercier y luego Le Vau edifican el “Patio Carrée”, cuadruplicando el antiguo patio del Renacimiento. A lo largo el siglo XVIII, nuevos proyectos van a alimentar el “Gran Proyecto” de los Borbones.
Verdadera barrera entre el norte y sur de la ciudad, el edificio es el punto de partida de la gran perspectiva este-oeste que cruza el Arco del Carrousel, el obelisco de la Plaza de la Concordia, el Arco del Triunfo en los Campos Elíseos, hasta el nuevo Arco de la Défense.
En 1982 Miterrand, con motivo del bicentenario, anuncia la ampliación del Louvre.
Es el arquitecto Leoh Ming Pei que toma a cargo la primera gran parte de la concepción de modernización del museo: la pirámide que remata la gran infraestructura de accesos y servicios que se han instalado bajo el patio de Napoleón. La apuesta de Pei ha sido introducir una figura abstracta e intemporal cuya presencia se atenúa mediante el uso del vidrio sobre una estructura bastante diáfana.