Es la antigua Catedral de Nápoles, erigida por Constantino en el año 324, sustentado por unas columnas procedentes del antiguo templo de Apolo, situado en el mismo lugar.
Fue objeto de múltiples transformaciones, a lo largo del tiempo.
Adquiere el aspecto barroco actual durante la restauración llevada a cabo por Guglielmelli en el siglo XVII.