Era originalmente el palacio del príncipe Yin Zhen. Posteriormente el príncipe se convirtió en emperador, y el palacio se convirtió en una lamasería como lo es hoy.
Una lamasería, es un lugar para los monjes tibetanos y mongoles que practican el budismo tibetano, y aspiran a convertirse en lama (equivalente a sacerdote). El edificio es hoy un lugar de culto activo, atrayendo peregrinos desde largas distancias.
El edificio se compone de numerosas salas, pabellones, puertas, torres y patios, que tienen cada uno un significado especial. También resultan especiales -y llamativas- las artes decorativas, destacándose las estatuas, frescos, tapices, carpintería y un par de leones.