Diseñado en 1963 por el maestro arquitecto y posterior decano de la Facultad, Paul Rudolph. Este proyecto, considerado como uno de los más importantes, es muy reconocible por su fuerte presencia urbana, por sus puntos expresionistas y por su interior laberíntico.
Este edificio brutalista, terminado en hormigón y con una superficie total de 10.591 m², se basa en las enseñanzas de Le Corbusier, llevadas a la creación de una gran masa arquitectónica con marcada verticalidad. Cuenta con una distribución en 37 niveles en nueve plantas diferentes. Como resultado de un estudio de planificación en 1996, la Universidad de Yale decidió emprender una renovación de la estructura interior y exterior, junto con la adición del edificio de Historia del Arte, de 7 pisos.
Sobrevivió a un incendio en 1969. En 2007, una importante restauración y ampliación se inició bajo la dirección de la Escuela de Arquitectura de Yale, bajo la responsabilidad del arquitecto Charles Gwathmey. Completado en agosto de 2008, el edificio pasó a llamarse Rudolph Hall.