Todos los elementos que han desaparecido en Varsovia marcan la historia de la ciudad en la misma medida que lo hacen los que se han conservado o reconstruido.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, Varsovia tenía, tras Nueva York, la mayor comunidad judía del mundo.
Tras la invasión nazi, unos 400.000 judíos fueron confinados y obligados a permanecer en el gueto judío. Una pared de 3 metros de altura rodeaba la zona desde el Palacio de Cultura y Ciencias hasta el monumento Umschlagplatz, esquina de Ulica Stawki y Ulica Dzika. El austero monumento, erigido a finales de la década de 1980, marca el lugar donde los judíos eran deportados en tren al campo de concentración de Treblinka tras la sublevación del gueto el 19 de abril de 1943.
En el centro del gueto se encuentra el Monumento a los Héroes de los Guettos, Ulica Zamenhofa, construido sobre las ruinas en 1948. Otros monumentos conmemorativos son el Monumento de los Caídos y Asesinados, Ulica Muranowska, y el Monumento del Alzamiento de Varsovia de 1944 en Plac Krasinskich. En la actualidad, sólo siguen en pie tres secciones del muro del gueto.