Es el mayor y último edificio cubista de Praga situado en la zona céntrica de Praga.
Al principio el edificio estaba situado en la esquina de dos calles relativamente estrechas, y diseñado para ser visto desde una perspectiva distinta a la actual.
La relación entre el tamaño del edificio y el carácter del resto de la zona esta cuidadosamente estudiada desde el punto de vista urbano. El edificio es mucho mayor que sus colindantes y abarca una superficie de 3 manzanas estándar. Se presenta como si fueran 3 bloques cada uno con su propia disposición de miradores, buhardillas y entradas. La ambigüedad entre la unidad del conjunto y la diversidad de las partes también le proporciona un enorme interés. Novotný resuelve usar el color para animar la fachada.