El ayuntamiento (Stadhuis) simboliza y representa la ciudad y es una recapitulación de todo el organismo urbano.
El edificio tradicional era un bloque cerrado, una ciudad en la ciudad. El nuevo ayuntamiento, por el contrario, es un organismo abierto, un elemento singular que se destaca del tenue y raro entramado de la ciudad, sin interrumpir su continuidad. Tanto el estanque, como los jardines, los céspedes lisos y los grupos de arboles, vinculan todo. La torre tiene un aspecto diferente en cada dirección, incluso para quien la ve desde lejos.
Es una construcción de mampostería, se utilizo además del hormigón armado, y vigas de acero, ladrillos amarillos especialmente fabricado para este proyecto.
Dudok no siempre ha sabido mantenerse a la altura de esta obra. A menudo, los tradicionalistas se sirvieron de su ejemplo para convalidar un artificioso camino entre lo antiguo y lo moderno. Así, la critica ha insistido hasta ahora en el contraste entre Dudok y los demás maestros de su tiempo, mientras hoy es posible conocer la cualidad complementaria entre su obra y la de los demás. Gracias a él, la herencia de Berlage y la más remota de la arquitectura doméstica holandesa reciben una formulación actual, facilitando su inserción en el movimiento moderno.En el período de mayor intransigencia teórica y más aguda polémica contra la tradición, Dudok mantuvo silenciosamente viva la exigencia de una continuidad entre presente y pasado, entre arquitectura y urbanismo, preparando un precedente indispensable para sus próximos desarrollos.