Sus inclinados muros de granito parecen flotar sobre el principal canalde Copenhague.
Desde el interior se ganan vistas al canal desde el espacio principal, y las líneas duras del exterior se contrastan con balcones de suaves curvas.
El módulo central acristalado, que divide la construcción en dos cuerpos le confiere su peculiar forma que provoca su apodo de "diamante", es el espacio destinado a la entrada a la biblioteca.