A petición de dos importantes desarrolladores de Nueva York Tschumi proyectó un lujoso condominio; «Blue Tower» de 16 niveles y 32 departamentos con superficies curvas y angulares realizado en cristal color azul zafiro.
Su intención fue hacer un icono arquitectónico emblemático del espíritu de renovación y experimentación que se vive en el área en que se levanta. La parte Este de Manhattan es una zona rica en tradición étnica con inmigrantes provenientes de muy diferentes países, lo cual provoca que exista una gran diversidad en los estilos de los restaurantes y sus aromas así como en el colorido de las tiendas de comida y artículos típicos. El resultado fue un edificio totalmente recubierto por paneles de vidrio azul en diferentes tonalidades de color y transparencia con una forma convexa en su parte superior, una estructura que refleja la agitada vida de su contexto adaptándose a él. En contraste, los espacios interiores evocan serenidad, los departamentos de una y dos habitaciones varían de 73 a 223 metros cuadrados.