Rodeada en 3 lados por edificios, por el sur, se abre al río. Aquí se alzó originalmente el palacio real, destruido, como gran parte de la ciudad, en el terremoto de 1755.
Hoy es punto de encuentro, y de partida de barcos que llevan a la orilla opuesta, al histórico barrio de Belém o al moderno Parque das Nacões. De aquí salen también tranvías centenarios, otra forma de andar la ciudad.