Es uno de los principales intercambiadores de transporte público de Roma. Un puente galería elevado sobre las vías del ferrocarril, hace del edifico un conector natural, físico y espacial entre los barrios que vincula generando una nueva centralidad.
Un gran contenedor vidriado elevado 9 metros cruza las vías del ferrocarril y los comercios y servicios se sitúan en volúmenes que flotan en su interior.