Un solemne sitio de fe iluminado por una linterna de alabastro. El efecto de esta simbólica linterna-cruz de alabastro es similar al producido por los muros dobles de vidrio traslúcido del Kursaal, en San Sebastián. En contraste con la cruz recortada del hormigón en el Templo de la Luz de Tadao Ando, la gigante cruz de hormigón armado de aproximadamente 15 m de Moneo, flota contra una suave luz transmitida a través de su caja de alabastro.
Este solemne resplandor entra sobre los 3000 devotos reunidos en los bancos dentro de la nave de 90 m de largo. El diseño también es notable en su rechazo por la simetría y en su planimetría no cartesiana donde el santuario es accedido no convencionalmente por los lados del altar. El hormigón exterior coloreado con adobe fue realizado para durar 500 años.